Seguramente me lo había olvidado, capaz que no, capaz solamente estaba guardado como una ropa vieja o como un recuerdo hostil, capaz solamente me lo imaginé y estaba dentro de esa manada de bestias que me inventé. Capaz, no sé, estaba muy adormecida como para acordarme.
Capaz en ese guiso de principios de humo de cigarrillo comida casera cables rotos piel lastimada vómito de nervios bilis sangrado nasal te voy a extrañar tanto que se me estalla la carótida, ¡siempre recordándotelo! La lactasa, lactosa, cuajada, cuajar, bicarbonato, cristales de nada, ¡disparan! Siempre se escuchan disparos acá en Ramos, ¿te diste cuenta? No, seguramente no, porque no vivís en Ramos, ¿en tu barrio se escuchan? ¿se sale a la noche? ¿vivís en Suiza? ¿hay ley marcial? ¿nos matarían si se les diera la gana? ¿si se lo pidiera? ¿me ahorrarías tantas golpizas? Realmente te lo estoy pidiendo, no miento, no exagero, no fabulo, no me imagino nada, realmente soñaba con levantarme la remera y mostrarte el reino de moléculas piel sangre y cicatrices, ¿por qué se fueron? Estaban, te juro que estaban, el calor que hacía era insoportable, ¿por qué me presté para eso? El aire se espesó, no respiro. Le rompí un diente, porque yo no respiraba, me estaba asfixiando.
No miento.
No exagero.
No fabulo.
No me imagino nada.
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