Acariciame las palmas, hasta hacerme dormir.
Dame vueltas un rato, hasta que te pueda sentir.
Porque lo único que te pido, lo único que te pido,
¡es que me hagas muy feliz!
Jugá conmigo,
de derecho y de revés,
meteme en un avión y soplame lejos,
que ya no me puedas ver,
y cuando veas el humo,
te vas a acordar de las turbinas,
y vas a decir "¡QUÉ BOLUDO!",
me metiste en un avión con severas averías,
y ahora yo me caigo.
¿Quién me va a salvar ahora?
Quiero saber que no estoy sola,
y me doy cuenta
cuando
mi corazón
se vuelve
un
P A R A C A Í D A S
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