lunes, 8 de noviembre de 2010

Buenos Aires - New York

El cielo es una autopista, la ciudad huele a formol, elefantes de metales, y montañas de hormigón, nauseabundos policías, pirotécnica función, el teatro está repleto, y la muerte es el telón.
Quieren meterte en el Borda, guardarte en un cajón, las pirañas de corbata te estruján el corazón, con la mierda en las rodillas es difícil caminar, podrán joder el camino, pero no nos detendrán. Hoy no, no, no, ya no.
Ellos tienen oficinas,  yo sólo te tengo a vos . La verdad, últimamente, no me queda ni tu olor, ¿será que extraño tus gritos? Tu locura es mi motor, ¿será que extraño esos besos que siempre dicen que no?

"Bondis" en Saavedra, birome y bandoneón, ¿será que nunca conocí New York? Tu acento de porteña, cuervos al rededor. Y esto está oliendo a Buenos Aires - New York.

Los corderos se deshacen en el buche del pastor, un satélite agridulce saboriza nuestro show, una bolsa de esqueletos patrocina el comensal, y le escarva los colmillos con paciencia de hospital.
Un naipe sobre la mesa, me carteo una ilusión, grito truco a los recuerdos, falta envido  y faltas vos . Las calles son un pantano, nena, sos mi ventiluz. Sonrió para la foto, luego dijo gló, gló, gló, gló, gló, gló, gló.
Fuiste mi mejor poesía, fuiste mi mejor canción, y si el verbo está en pasado no fue por mi decisión, ¿será que extraño tus gritos? Tu locura es mi motor, ¿será que extraño esos besos que siempre dicen que no?

"Bondis" en Saavedra, birome y bandoneón, ¿será que nunca conocí New York? Tu acento de porteña, cuervos al rededor. Y esto está oliendo a Buenos Aires - New York.
Tu caparazón violeta, gusanos con reloj, y esto está oliendo a Buenos Aires - New York.

Los gusanos nos rodean, los gusanos nos rodean, los gusanos nos rodean, ¡corazón! Me están rodeando.

- Don Lunfardo y el Señor Otario.

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